El sector del transporte por carretera europeo, representado por la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), ha mostrado cierta satisfacción por la nueva propuesta de regulación del comercio de emisiones, ya que el nuevo modelo tiene en cuenta de una mejor forma las necesidades del sector. El nuevo acuerdo alcanzado por el Parlamento Europeo y los representantes gubernamentales de los Estados miembro de la Unión Europea dibuja un sistema mucho más realista y con unos plazos más lógicos.
En este sentido, IRU considera que se trata de un buen punto de partida con que el acuerdo de nueva cuña retrase hasta 2027 el establecimiento del nuevo sistema de comercio de emisiones y que, además, tenga en cuenta de manera individual el comercio de emisiones asociado a los combustibles utilizados para el transporte por carretera y las emisiones asociadas a edificios y construcciones. Además, se fija la opción de posponer su entrada hasta 2028 si el precio de la energía es excepcionalmente alto.
Pese a que todavía hay muchas aristas a pulir y matices que realizar, IRU estima que el acuerdo alcanzado es bastante mejor que la propuesta que existía anteriormente, sobre todo porque tiene en cuenta de manera clara las preocupaciones del sector del transporte por carretera y piensa en las particulares circunstancias que pueden afectar a la actividad y a la implantación del sistema de comercio de emisiones en el transporte por carretera.
Con todo, quizá lo más importante para IRU es que el modelo propuesto evoluciona de una manera clara y pasa de utilizar esquemas nacionales a estipular un modelo conjunto a nivel europeo. Aunque los modelos nacionales pueden existir si estos son más elevados, esta fórmula disipa toda posibilidad de que las empresas tuvieran que pagar dos veces por sus derechos de emisión, uno vez a nivel europeo y otra vez a nivel nacional en el país en el que se encuentra la compañía.