Los puertos españoles de interés general registraron un movimiento de 43 millones de toneladas de mercancías en enero de 2025, lo que representa un descenso del 6,4% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este dato marca un comienzo desfavorable para el nuevo ejercicio, tras haber cerrado 2024 con un crecimiento del 2,7%.
La caída se atribuye, en parte, a los temporales que afectaron a las costas españolas durante el primer mes del año, provocando cierres puntuales de terminales y dificultades en el acceso de los buques, según informó Puertos del Estado en un comunicado.
Mercancía general: un ligero crecimiento en un contexto adverso
A pesar del descenso general, la mercancía general experimentó un incremento del 1,7% en enero, alcanzando los 21,7 millones de toneladas. Este crecimiento fue impulsado principalmente por la mercancía convencional, que registró un aumento del 3%, superando el avance del 2,1% observado en 2024. Por su parte, la mercancía contenerizada mostró un avance más moderado, del 1,2%.
En cuanto a los contenedores, medidos en TEU (unidades equivalentes a veinte pies), se registró un aumento del 2,9%, alcanzando 1,4 millones de toneladas. Sin embargo, este dato oculta un cambio en la tendencia de los TEU en tránsito, que en 2024 habían crecido un 15,1%, pero en enero de 2025 cayeron un 2,3%. Este retroceso sugiere un posible cambio en los patrones de comercio internacional o en las rutas marítimas.
Graneles sólidos y líquidos: caídas significativas
Los graneles sólidos, que ya habían mostrado una tendencia a la baja en 2024 con un retroceso del 6,4%, profundizaron su declive en enero de 2025, con una caída del 18,3%, hasta los 6,18 millones de toneladas. Este descenso fue impulsado principalmente por la reducción en el transporte de cereales (-41,9%) y de carbón (-29,7%). Estos datos reflejan las dificultades en sectores clave como la agricultura y la energía, que dependen en gran medida de este tipo de mercancías.
Por otro lado, los graneles líquidos también experimentaron una caída significativa, del 10,8%, hasta las 14 millones de toneladas. Este retroceso se debe principalmente al descenso en el tráfico de petróleo y sus derivados, lo que podría estar relacionado con fluctuaciones en los precios internacionales del crudo o con cambios en la demanda energética.
Tráfico ro-ro y movimiento de buques: resultados mixtos
En contraste con las caídas en graneles, el tráfico ro-ro (mercancías transportadas en vehículos con ruedas) mostró un comportamiento positivo, con un aumento del 4,2%, alcanzando los 5,9 millones de toneladas. Este crecimiento refleja la fortaleza de este segmento, que suele estar asociado al comercio intraeuropeo y al transporte de vehículos.
Sin embargo, el número de buques mercantes que pasaron por los puertos españoles disminuyó un 2,2%, con un total de 12.197 unidades. Además, el arqueo bruto (la capacidad total de los buques) decreció un 3,1%, lo que indica una reducción en el tamaño promedio de los buques que operaron en los puertos españoles durante enero.
Tráfico de pasajeros: un rayo de luz en el panorama portuario
Mientras que el tráfico de mercancías mostró un desempeño negativo, el tráfico de pasajeros arrancó 2025 con un aumento del 10,4%, alcanzando los 2,4 millones de pasajeros. Este crecimiento fue impulsado tanto por el transporte regular, que registró un aumento del 6% (1,6 millones de pasajeros), como por los cruceros, que experimentaron un incremento del 20,5%, con 805.700 pasajeros. Este dato refleja la recuperación del sector turístico y la creciente demanda de viajes marítimos, especialmente en el segmento de cruceros.
Perspectivas para 2025: incertidumbre y desafíos
El inicio de 2025 ha dejado un panorama mixto para los puertos españoles. Por un lado, el tráfico de mercancías ha mostrado signos de debilidad, especialmente en los segmentos de graneles sólidos y líquidos, que han sido afectados por factores externos como los temporales y las fluctuaciones en los mercados internacionales. Por otro lado, el tráfico ro-ro y de pasajeros ha mostrado resiliencia, con crecimientos significativos que podrían compensar parcialmente las caídas en otros sectores.
No obstante, la incertidumbre sigue siendo alta. Los temporales que afectaron a las costas españolas en enero podrían repetirse en los próximos meses, lo que añadiría presión adicional a las operaciones portuarias. Además, la evolución de los precios del petróleo y la demanda de materias primas seguirán siendo factores clave para determinar el desempeño de los puertos en 2025.
En este contexto, las autoridades portuarias y los operadores logísticos deberán adaptarse a un entorno volátil, buscando estrategias para mitigar los impactos negativos y aprovechar las oportunidades que surjan en sectores como el transporte de pasajeros y el tráfico ro-ro. La capacidad de innovación y la eficiencia operativa serán claves para mantener la competitividad de los puertos españoles en un escenario global cada vez más complejo.
En definitiva, el arranque de 2025 ha dejado un balance desigual para los puertos españoles, con desafíos significativos pero también con áreas de oportunidad que podrían marcar la diferencia en los próximos meses.