El sector del transporte de mercancías ha alertado de que, a falta de un acuerdo sobre la libre circulación de camiones entre la Unión Europea y Reino Unido, los controles en la frontera crearían colas de hasta 1.000 kilómetros en las carreteras, debido al continuo y elevado tráfico entre ambos bloques.
Así lo ha advertido el presidente de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), Marcos Basante, durante su participación en la XLIII Asamblea General Ordinaria de la asociación, donde ha lamentado que el sector se encuentra ahora en una situación de «preocupación e incertidumbre«.
«Si las cosas siguen como van, será un auténtico caos. Si se pone un control en cualquier frontera de 15 minutos de duración, la cola en cualquier punto alcanzaría los 1.000 kilómetros y existe la posibilidad de que esta locura se lleva acabo«, ha asegurado.
En caso de que el acuerdo de libre tránsito que pide el sector no tenga éxito, Reino Unido impediría que los camiones del bloque comunitario circulen por sus carreteras o impondría requisitos, lo que supondría un desabastecimiento, eliminando todo flujo de mercancías a partir del próximo 1 de enero.
Basante lamenta que, ante esta posibilidad, no exista un ‘plan B’ para esta situación ni que ambas partes puedan llegar a un entendimiento, sobre todo después de que esta semana la UE haya empezado a tramitar un expediente de infracción contra Reino Unido por no cumplir lo pactado anteriormente.
«Si esto sucede, ¿qué plan hay?», se ha preguntando, advirtiendo que las decisiones de inversión, de plantillas o de renovación de flota se podrían ver alteradas por estas decisiones. «Pedimos que se llegue a un entendimiento, pero lo vemos difícil«, ha lamentado.
En este sentido, ha enumerado una serie de factores que supone otro lastre para la evolución del sector, como las restricciones y regulaciones, los cambios laborales, sociales, fiscales y económicos, en un contexto en el que la carga aérea también se está «hundiendo».