El transporte de mercancías por carretera en España se enfrenta a una preocupante escasez de más de 15.000 conductores, lo que podría provocar retrasos en la logística. La CETM ha solicitado al gobierno la implementación de un plan de formación y reducción de costes para atraer nuevos profesionales, mientras que las empresas, por su parte, han optado por incrementar los salarios, aunque esto genera una presión financiera considerable.
El sector del transporte de mercancías por carretera en España atraviesa una crisis debido a la falta de conductores profesionales, con un déficit que supera los 15.000 trabajadores. Esta situación se agrava por el envejecimiento de la plantilla y la escasa incorporación de jóvenes al sector, lo que pone en riesgo la logística y puede derivar en retrasos en las entregas de mercancías.
En 2023, el 68% de las mercancías en España fueron transportadas por carretera, lo que subraya la importancia crucial de este sector para la economía. Según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, más de 1.300 millones de toneladas de mercancías se mueven anualmente por las carreteras del país. Cualquier interrupción en este flujo afecta directamente al comercio, la producción industrial y la exportación de bienes.
¿Qué soluciones existen?
La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha instado al gobierno a poner en marcha un plan de formación y empleo destinado a captar nuevos conductores. También han propuesto reducir los costes asociados a la obtención del CAP y crear incentivos económicos para los jóvenes interesados en ingresar en esta profesión.
Actualmente, las empresas están tratando de paliar la escasez mediante el aumento de salarios y bonificaciones para atraer nuevos conductores, lo que incrementa los costes logísticos. Sin embargo, este aumento de gastos no siempre implica mayores márgenes de beneficio, ya que muchas empresas se ven obligadas a absorber una parte de los costes adicionales para seguir siendo competitivas en un mercado cada vez más exigente. Como resultado, numerosas pequeñas y medianas empresas de transporte están comenzando a experimentar una creciente presión financiera.