Durante la tramitación en el Congreso de los Diputados del Proyecto de Ley para establecer un impuesto mínimo a los grupos multinacionales y grandes grupos nacionales, el Gobierno ha introducido, de forma inesperada, una enmienda que no está dirigida exclusivamente a las grandes empresas.

Esta enmienda propone un aumento en la fiscalidad del diésel de automoción, equiparándolo al impuesto que grava la gasolina, con una subida de aproximadamente 10 céntimos por litro. Este cambio supondría un incremento del 25% en el impuesto vigente actualmente.

FENADISMER ha advertido que, contrariamente a lo que sugiere la enmienda, el sector más afectado sería el transporte por carretera. Este incremento recaería completamente sobre los transportistas propietarios de vehículos de menos de 7.5 toneladas, que representan cerca de 56.000 empresas. De estas, casi un 80% son pequeños transportistas autónomos. Si se aprueba la medida, cada camión podría enfrentar un aumento de hasta 1.000 euros anuales en costes fiscales, lo que equivaldría a una recaudación adicional para el Estado de más de 100 millones de euros provenientes de este sector, que ya realiza una significativa contribución fiscal anual.

Ante esta situación, FENADISMER no descarta convocar movilizaciones si no se establece un mecanismo fiscal que compense este impacto para los miles de transportistas afectados. Esta subida impositiva podría poner en riesgo la viabilidad de una parte importante del sector del transporte por carretera.