Este lunes, el Congreso de los Diputados debate sobre el proyecto de Ley de prórroga del impuesto extraordinario a la Banca y otros, que incluye una enmienda del Grupo Socialista para aumentar en 10 céntimos el impuesto al diésel, con el fin de equipararlo a la fiscalidad de la gasolina.

Fenadismer advierte que, en contra de lo que se indica en la justificación de la enmienda, esta subida afectaría a un gran número de transportistas españoles, especialmente autónomos. Actualmente, la ley no permite que más de 130.000 vehículos de transporte reciban la devolución parcial del impuesto, que está limitada solo a transportistas de mayor tonelaje.

No es la primera vez que los partidos actuales del Gobierno intentan aumentar la fiscalidad del diésel para igualarla con la de la gasolina. En legislaturas anteriores, en 2019 y 2020, se propusieron incrementos similares, que finalmente no prosperaron en el proceso parlamentario. Además, en 2018, los combustibles experimentaron un aumento impositivo de hasta 4.8 céntimos, con el objetivo de unificar el tramo autonómico aplicado en cada comunidad.

En esta ocasión, la propuesta del Grupo Parlamentario Socialista plantea un aumento de 10 céntimos en el impuesto al diésel, que se aplicaría a partir de enero. FENADISMER considera que esta subida afectaría negativamente a la viabilidad de una parte importante del sector del transporte por carretera, especialmente a los transportistas de menor tamaño, quienes no podrían soportar este incremento impositivo.

Contrariamente a lo que se indica en la enmienda, el aumento impactaría a los transportistas con vehículos de menos de 7.5 toneladas, la mayoría autónomos, que representan casi un tercio de la flota de transporte en España. Estos, alrededor de 130.000 vehículos de transporte de mercancías, tendrían que asumir íntegramente la subida del impuesto, ya que la actual regulación del gasóleo profesional impide que estos transportistas obtengan la devolución de cualquier incremento impositivo sobre los carburantes.