La crisis sanitaria asociada a la pandemia de COVID-19 ha mutado la realidad social en España. Fiestas y eventos culturales y deportivos han sido aplazados o cancelados por la crisis sanitaria, algo que no ha sido tenido en cuenta la Dirección General de Tráfico tras el final del Estado de Alarma. De hecho, la DGT ha reestablecido la totalidad de las restricciones a la circulación de camiones aprobadas antes de la crisis sanitaria sin tener en cuenta todos los actos religiosos, culturales y deportivos que han sido anulados por el COVID-19.
De hecho, la DGT ha mantenido las restricciones al tráfico de camiones en A Coruña y en torno a Santiago de Compostela durante este fin de semana por la festividad del apóstol Santiago. Un procedimiento que también se ha seguido con otras celebraciones que tendrán lugar en las próximas semanas y meses como el Descenso del Sella o las pruebas del Mundial de MotoGP en Alcañiz o Cheste, cuando estos dos últimos eventos se van a celebrar, salvo cambio en los acontecimientos, a puerta cerrada.
Sorprendentemente, la DGT ha hecho oídos sordos a las peticiones de FENADISMER y de otros portavoces del sector del transporte de mercancías por carretera de anular estas restricciones al normal tránsito de camiones en fechas que, por el COVID-19, ya no son conflictivas. Aunque en condiciones normales estos contecimientos religiosos, deportivos y culturales si son fechas críticas en las que se aconseja la limitación en la circulación de camiones en las zonas afectadas, sin la celebración de estos actos no tienen sentido estas restricciones.
Desde FENADISMER instan a la DGT y las autoridades competentes a que corrijan esta postura y levanten las restricciones asociadas a eventos que ya han sido cancelados, aplazados o que se van a celebrar sin grandes concentraciones de público. Una situación que en cualquier caso puede cambiar si los distintos rebrotes de COVID-19 terminan por provocar un nuevo Estado de Alarma y un segundo confinamiento de la población en áreas concretas o a nivel general. Una situación que volvería a colocar al transporte como actividad esencial, anulando todas estas restricciones.