De verdad necesita el transporte las patrañas que vierten los auto llamados Foro Comités de conductores, en el único medio que sólo les presta oídos y evidentemente voz.
Es cierto que el sector no tiene un problema, tiene muchos problemas, entre ellos y no menos importante el de la deslealtad hacia sus empresas de aquellos que se llaman profesionales del sector, aunque muchos de ellos no sepan lo que es la profesionalidad.
Lo decimos porque aquello que denuncian en su gran mayoría son acciones que ellos mismos perpetran en su quehacer diario.
Lo que han hecho, hacen y seguramente seguirán haciendo muchos de estos profesionales es seguir manipulando el selector a su antojo (no como debiera ser su actividad) a fin de poder proceder a reclamar a la empresa aquello que “libremente” NO pactó cuando cerró su incorporación a la misma.
Es el auto llamado “profesional” el que utiliza toda clase de artimañas para manipular los taco grafos mediante colocación de imanes en los elementos del mismo, es ese “profesional” el que pincha el limitador, es ese “profesional” el que como viene a denunciar, mete los CMR dentro de las barras de sujeción de carga para utilizar CMR falsos, o es que todo eso lo hace la empresa desde la distancia. Cuando se es un verdadero profesional todo eso no se hace.
Podríamos seguir pero no vamos a hacerlo, porque si no lo que llamamos patrañas por no llamarlo de otra forma, lo tendremos que llamar por su verdadero nombre, que no sería más que seudo delincuencia, unas veces consentida, otras en colaboración, pero siempre como elemento necesario para que eso sea así.
Quizás si tanto derroche de esfuerzo colaborativo y verbal de esos comités los destinaran a mejorar aspectos que si les compete como NO REALIZAR LA CARGA NI LA DESCARGA de los vehículos, o exigir a las autoridades las mejoras imprescindibles para su quehacer diario, como la vuelta a casa, o instalaciones seguras y vigiladas para realizar los descansos, la cosa iría de otra forma, porque la guerra que mantienen con las empresas no comportará nada bueno para nadie. Seguro que no.