El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha publicado el Observatorio de Costes, Precios y Actividad del transporte correspondiente al segundo trimestre del ejercicio 2022. Por desgracia para la actividad, el estudio pone cifras a la realidad tangible del sector, ya que mientras que los costes se disparan con la partida de combustible como gran protagonista sin una respuesta acorde en los precios de los servicios de transporte, la actividad se ralentiza ante una situación cada vez más compleja.
Según los datos del citado Observatorio del segundo trimestre de 2022, la actividad dentro del sector del transporte de mercancías por carretera se ha reducido ligeramente en comparación con el mismo trimestre del pasado ejercicio. Concretamente, la actividad ha decrecido un 2,6% en el transporte internacional y un 4,3% en el transporte nacional de corta distancia. Sólo hay un repunte de la actividad en el transporte nacional de larga distancia (+7,2%). Dinámicas que mucho tienen que ver con el aumento de los costes.
Aunque no es necesario del Observatorio del Ministerio de Transportes para certificar este hecho, los costes no dejan de crecer para las empresas del sector. El precio del Diésel ha subido más de un 60% entre el segundo trimestre de 2021 y el segundo trimestre de 2022, lo que provoca que el coste por kilómetro de un vehículo articulado de carga general se sitúe ya en 1,36 euros por kilómetro, cifra que asciende a 1,60 euros con el camión cargado.
El aumento de los costes para un camión estándar en el último año es del 21,2%, porcentaje que todavía es mayor para vehículos refrigerados. El Diésel ya supone un 39,3% de los costes totales de una empresa de transportes, por encima ampliamente de la partida para personal y es responsable del 80% del aumento de los costes de explotación. Mientras tanto, los precios de los servicios de transporte suben, pero no al mismo ritmo que los costes. De hecho, los precios apenas han subido un 13,9% de media.