El debate sobre los alcoholímetros antiarranque para camiones llega al Congreso y al Senado

La modificación de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial está en debate en el Congreso y el Senado, como parte del proceso legislativo para su aprobación. Entre las numerosas novedades que trae el texto se incluye la incorporación de alcoholímetros con sistema antiarranque en camiones a partir de julio de 2022. Además, hay otras modificaciones en el texto para permitir a las empresas y autónomos hacer a sus empleados de test de alcohol y drogas, así como tener las herramientas para conocer el estado de los permisos de conducir de sus trabajadores.

La modificación de la norma que permite el control de empresas y autónomos a sus trabajadores, tanto con test de alcohol y drogas como con la revisión del estado de sus permisos de conducir, saldrá adelante con casi toda seguridad. Sin embargo, hay más dudas en torno a la instalación y uso obligatorio de alcoholímetros antiarranque a partir de julio de 2022 en los vehículos de las categorías N2 y N3 que dispongan de preinstalación para poder conectar estos dispositivos al sistema de arranque del vehículo.

En primer lugar, el proyecto de modificación de la Ley presentado por la DGT no contaba con la introducción de estos dispositivos ‘alcolock’ para camiones de más de 3,5 toneladas de MMA. Por ese motivo, el Partido Popular presentó una enmienda que ha sido matizada hasta fijar julio de 2022 como fecha para que los vehículos de nueva matriculación y ya matriculados con disposición técnica adecuada que se dediquen al transporte profesional de mercancías y de viajeros (M2, M3, N2 y N3) deberán disponer de alcoholímetros antiarranque.

Cabe recordar que Europa ha fijado julio de 2024 como fecha para que todos los vehículos a matricular lleven de fábrica el interfaz -equipo de conexión- para la instalación de los alcoholímetros antiarranque, aunque no obliga directamente a que los lleven. El problema para la normativa europea y española es que ninguno de los siete grandes fabricantes de camiones monta este interfaz. Cuatro lo ofrecen como equipamiento opcional y tres no lo tienen disponible, por lo que es difícil saber hasta qué punto implica la connotación «que dispongan».

Mientras tanto, el proceso legislativo sigue abierto y el debate está en su punto más álgido. De hecho, el PSOE ha presentado una segunda enmienda al texto a instancias de la DGT para que la normativa sólo afecte a los vehículos de las categorías M2 y M3 destinados al transporte de viajeros que dispongan de la interfaz. La DGT defiende que el sector del transporte de mercancías por carretera no ha demandado la incorporación de estos dispositivos a los vehículos N2 y N3, por lo que no tiene sentido su obligatoriedad.

Fernando Sancho

Redactor especializado en movilidad, transporte de mercancías por carretera y las actividades anexas al sector.

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