La crisis del COVID-19, los efectos económicos de la crisis sanitaria, la subida del precio del combustible. El sector del transporte de mercancías por carretera vive inmerso en una lista de nunca acabar de situaciones complejas que nunca juegan a su favor. Y en este escenario nunca se rompe la cadena de suministro, nunca se detiene la actividad, incluso si la demanda que se ha acumulado en un periodo de dificultad ha provocado que el precio del transporte marítimo se dispare, exista escasez de contenedores. Sin embargo, los datos económicos no invitan al optimismo.
De hecho, la coyuntura actual en el transporte marítimo global y en el sector del transporte de mercancías por carretera, donde hay que sumar problemas como el encarecimiento del Diésel o la falta de conductores, hacen que la recuperación económica del sector que se ha dado en los tres primeros trimestres de 2021 se pueda apagar en los últimos meses del año. De hecho, algunos expertos señalan que el volumen de negocio del sector durante el ejercicio no va a superar en exceso los datos de 2020.
Esta situación no hace más que agravar el impacto que ya sufrió el sector del transporte de mercancías por carretera el año pasado por la crisis económica y social derivada de la pandemia de COVID-19. Demasiados golpes, demasiadas disrupciones que no hacen más que pasar facturas a las empresas y autónomos del sector. Al final, el volumen de negocio se redujo de media un 17% en 2020 y las previsiones que hay para 2021 no son mejores.
Hasta finales del tercer trimestre, el fin de las restricciones y la reactivación de la demanda se traducían en un cierto aire de optimismo dentro del sector. El transporte de mercancías por carretera ha ido recuperando su volumen de actividad, incluso con el incremento del precio del Diésel, el gas natural, la luz o el AdBlue. Sin embargo, el caos de la cadena logística y la falta de suministros hacen que vuelvan las malas sensaciones, las rutas de retorno sin carga, los camiones sin completar su carga o las largas esperas hacen daño al sector. De hecho, el volumen de negocio puede ser al final un 15% inferior a 2019 y sólo un 2% superior a 2020.