Con el inicio del mes de diciembre, las esperanzas de un pacto tardío para crear un acuerdo bilateral para el transporte de mercancías por carretera entre Reino Unido y la Unión Europea se han desvanecido. El Brexit sin acuerdo es una realidad y el 1 de enero de 2021 arrancará un nuevo escenario en las relaciones comerciales entre ambas partes, toda vez que el acuerdo transitorio que permite la libre circulación de camiones con Licencia Comunitaria terminará al final de mes. Una situación que supone un dolor de muelas para el sector.

De hecho, la documentación que tendrá que portar un camión para realizar la actividad de transporte de mercancías por carretera crecerá de forma sustancial a partir del próximo 1 de enero de 2021. Sin ir más lejos, los conductores deberán portar el pasaporte español o del país europeo que corresponda, siendo además aconsejable que porten también el DNI. A su vez, también habrá que llevar el permiso de conducir (con el CAP), siendo válidos los permisos que han sido expedidos en cualquier país de la Unión Europea y la tarjeta digital del tacógrafo.

Aunque no es obligatorio para empresas de transporte que no sean operadores económicos con terceros países, es recomendable solicitar el registro el registro EORI español, número de operador económico asignado por una autoridad aduanera. Con carácter general, Reino Unido solicitará que todas las mercancías que lleguen al país estén sujetas a una declaración de aduanas (CTC). Eso significa que el conductor debe portar el Documento de Acompañamiento de Tránsito (TAD) con nº de referencia de movimiento (MRN) y EORI del comerciante. Tampoco deberá faltar la tarjeta verde (seguro)

De forma adicional, los conductores que utilicen las carreteras de Kent para acceder al puerto de Dover o al Eurotunnel deberán tener el KAP. Este permiso tiene una validez de 24 horas para cubrir un único viaje y se solicita online aportando los datos del camión, destino, fecha prevista del viaje, datos del envió y declaraciones varias (coronavirus o código de buenas prácticas). Por último, los productos frescos y flores están sujetos a controles sanitarios y fitosanitarios, no así los productos procesados y envasados a partir de productos frescos.