El Estudio Técnico sobre la repercusión del aumento de la Masa Máxima Autorizada (MMA) en los vehículos pesados a 44 toneladas revela los pros y contras de la decisión del Gobierno de permitir este tipo de camiones en España. Cabe recordar que esta medida fue aprobada en el marco del Plan de Impulso al Sector de la Automoción y que cuenta con el rechazo del sector transporte casi en su totalidad. De hecho, la aprobación de los camiones de 44 toneladas y 4,5 metros de altura ha provocado un parón patronal convocado por la CNTC para el 27 y 28 de julio.
El aumento de la carga máxima transportada en los vehículos pesados en 4 toneladas supone un incremento del 15% en la capacidad de carga. A partir de esta premisa, el estudio analiza las implicaciones que tiene este cambio en relación a los costes operativos y el impacto de los vehículos de 44 toneladas sobre los firmes, así como la siniestralidad en la carretera y las variables medioambientales que dibujan el uso masivo de este tipo de camiones. A su vez, el texto también analiza el contexto socioeconómico en que se puede aprobar esta normativa.
A modo de resumen, el Estudio se basa en un supuesto en el que la actividad del sector y el volumen de demanda actual -previo a la crisis del COVID-19- se mantiene. Desde este punto, la utilización de camiones de 44 toneladas supondría necesitar un 13,7% menos de viajes y de flota. Esto generaría en primer término grandes desigualdades entre las empresas de gran volumen que sí podrían adaptar su flota y las que no, dibujando un reparto de beneficios desequilibrado, más si cabe en un momento en el que no hay expectativas de crecimiento económicos estables.
El reparto de beneficios desequilibrado también se dará entre cargadores y transportistas, siendo los primeros los beneficiados. En cuanto al impacto sobre las carreteras, el estudio concluye que se producirá un aumento del deterioro del firme entre un 42 y un 59% según asfalto. Esto exigirá un mayor coste de conservación de las infraestructuras, aún por definir. No son mejores los datos a nivel medioambiental, con una ligera disminución de las emisiones contaminantes del 3,7%, anulada en cualquier caso por la menor apuesta por vehículos híbridos y eléctricos. Por su parte, la incidencia de las 44 toneladas en la seguridad vial no está demostrada, ni positiva ni negativamente.