El Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) ha decidido llevar a los tribunales la convocatoria del plan de ayudas para la renovación de flotas al considerarla discriminatoria. Cabe recordar que este programa de subvenciones excluye la compra de camiones de gas y Diésel de última generación. Por ese motivo, el sector del transporte de mercancías por carretera considera que casi la totalidad del presupuesto final irá a parar a la compra de autobuses al no tener opciones reales de mercado de adquirir vehículos pesados de carga.

El CNTC ha tomado la resolución de acudir a la justicia para recurrir el Decreto que sustenta el programa de ayudas del Gobierno para la renovación de flotas. La patronal del transporte de mercancías por carretera pretende que la línea de ayudas incluya también la compra de camiones propulsados por gas, así como los vehículos industriales Diésel de última generación. Una petición que se sustenta en la falta de alternativas reales de camiones eléctricos, híbridos o de hidrógeno, ya que es una tecnología que todavía no ha calado en este segmento.

La línea de ayudas del Gobierno para la renovación de la flota cuenta con un presupuesto de 174 millones de euros, cifra suficiente para que el sector del transporte de mercancías por carretera pueda ser tenido en cuenta de manera efectiva, ya que no existe una oferta de vehículos industriales pesados en la actualidad que se adapten a los requisitos que el plan dibuja. Por ese motivo, el CNTC pide la suspensión cautelar parcial de este plan de ayudas a la vista de la discriminación existente.

De forma paralela, el Comité Nacional pide que se cree una nueva línea de ayudas que en sus bases contemple la posibilidad de comprar los vehículos de gas y Diésel de última generación ya que la actual sólo se dirige a la adquisición de vehículos eléctricos, pero su oferta es escasa y limitada en el segmento de los vehículos industriales pesados. Misma situación se vive con los camiones propulsados por hidrógeno, por lo que esta línea de ayudas se limitaría a ámbitos muy concretos como el transporte de corta distancia, las empresas de autobuses y los servicios de recogida de basura.