Los representantes del sector del transporte de mercancías por carretera que conforman el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) se han reunido recientemente con los responsables del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para afrontar la necesaria construcción de áreas de estacionamiento y descanso seguras para vehículos pesados. Para la patronal hay una imperante falta de este tipo de instalaciones que sean seguras y confortables para los conductores profesionales de camión.

Desde el CNTC explican que no pueden esperar a los plazos acordados por la Comisión Europea para expandir la red de áreas de descanso para camiones. Objetivo común para toda la Unión Europea, pero que en el caso de España es importante, ya que nuestro país acusa una grave falta de infraestructura. Y es que esperar a este desarrollo y creación paulatino de áreas de descanso seguras supone que miles de conductores profesionales seguirán realizando sus descansos en áreas mal acondicionas y/o inseguras.

En este sentido, cabe recordar que el último estudio de la Organización Internacional del Transporte por Carrera (IRU) indican que Europa sufre una escasez de al menos 100.000 plazas de aparcamiento seguras. Si tenemos en cuenta que en la actualidad hay aproximadamente unas 300.000 plazas de aparcamiento para camiones, estamos hablando de una cifra muy importante. Además, sólo 7.000 (el 3%) de estas plazas de estacionamiento están situadas en áreas de descanso que han sido certificadas como seguras y protegidas.

En el caso de España, nuestro país apenas tiene una treintena de aparcamientos con medidas de seguridad, si bien muchos de estos estacionamientos cuentan con notables carencias. Los conductores tienen que lidiar con medidas de seguridad insuficientes, instalaciones obsoletas y una oferta de servicios muy limitada. Al final, España tiene menos de diez áreas seguras certificadas por los organismos competentes y se centran en Cataluña y País Vasco como puerta hacia Europa. España necesita 1.500 plazas de camión adicionales, lo que supone una inversión de 500 millones de euros.