El pasado 2 de febrero entraron en vigor una serie de medidas ligadas al Paquete de Movilidad para regular el transporte internacional y el desplazamiento de los conductores dentro de la actividad. Entre las mismas, la obligatoriedad de registro de paso de frontera en el tacógrafo digital de los vehículos pesados en servicio de transporte. Un procedimiento que es automático si se trata de un tacógrafo de última generación, pero que obliga a hacerlo de forma manual a los conductores si el tacógrafo es más antiguo.

El cruce de fronteras es una de las cuestiones que quedan registradas de forma automática en los tacógrafos de última generación, no así en los dispositivos más antiguos. Por ese motivo, los chóferes deben anotar a mano la hora de cruce, procedimiento que obliga a detenerse para hacerlo en el punto de parada más cercano posible tras cruzar la frontera. Un procedimiento fácil y claro, pero que cambia ligeramente en ciertos casos en los que el cruce de frontera se realiza bajo circunstancias especiales.

En este sentido, si el cruce fronterizo se realiza mientras el camión está abordado en un tren o en un ferry, como puede pasar en el Eurotunnel entre Francia y Reino Unido, el registro que se debe hacer en el tacógrafo de forma manual se realizará en el puerto o terminal de llegada del tren, siguiendo así el protocolo que se aplica desde agosto de 2020 para vehículos industriales con tacógrafo analógico. De esta forma, los conductores no cometerán una infracción en caso de revisión del dispositivo.

Un procedimiento que se enmarca dentro de las medidas para combatir el cabotaje ilegal y la explotación de conductores. El registro de cada paso fronterizo sirve de hecho para permitir a los organismos de control verificar el cumplimiento del número máximo de operaciones de cabotaje permitidas -regla que cambia también este año-, pero también para verificar si el vehículo ha cumplido con el retorno al país de origen donde tiene la sede la empresa propietaria.