La Confederación General del Trabajo (CGT) ha convocado una huelga general destinada a los conductores profesionales para reivindicar que el sector del transporte pueda beneficiarse de los coeficientes reductores para la jubilación por peligrosidad y así poder acceder a una anticipada y digna jubilación. Se espera que el sindicato anuncie la fecha de esta huelga general el próximo viernes en rueda de prensa, recogiendo así el testigo de las concentraciones que llevaron a cabo UGT y CC.OO. durante el año pasado.
El sistema español dibuja una serie de coeficientes reductores que permiten rebajar la edad ordinaria de jubilación hasta los 52 años en aquellos grupos y/o actividades profesionales en las que se desarrolla un trabajo que por su naturaleza son excepcionalmente penosos, tóxicos, insalubres, peligrosos o tengan elevados índices de morbilidad o mortalidad. Condiciones que a ojos de los sindicatos y del propio sector cumple el gremio de los chóferes profesionales, siendo indistinto si trabajan con camiones, autobuses, ambulancias o grúas.
Pese a los esfuerzos de los representantes sindicales del sector del transporte de mercancías por carretera, en la actualidad las profesiones que cuentan con coeficientes reductores de cara a la jubilación por alguno de los motivos esgrimidos son la minería, el personal de vuelo de trabajos aéreos, los trabajadores ferroviarios, los artistas y/o profesionales taurinos, los bomberos al servicio de la Administración y/o organismos públicos, miembros del Cuerpo de la Ertzaintza y policías locales.
Aunque los conductores realizan un trabajo con gran número de horas en el puesto de conducción, por turnos, con descansos en cabina, manipulan la carga -ahora está prohibido- y trabajan de noche, los chóferes profesionales no se benefician de la jubilación anticipada. No es así pese a los frecuentes episodios de fatiga y los problemas cardiovasculares y respiratorios que sufren. El estrés, los trastornos del sueño, la exposición a contaminantes, temperaturas extremas, ruido y/o vibraciones también están a la orden del día, como también los problemas ergonómicos y, en otro ámbito, el aislamiento social y los problemas de conciliación.