CETM La Rioja ha lamentado este miércoles que «las carreteras riojanas sigan siendo las grandes olvidadas para las administraciones», ya que, según aducen en un comunicado, «la visita del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, la semana pasada a Logroño ha dejado a las claras que la carretera es la gran olvidada en materia de inversiones para las administraciones».
Señalan en este sentido que «fue el tren el gran protagonista de una jornada repleta de buenas palabras, anuncios vacíos y cero medidas para mejorar las comunicaciones por carretera dentro de la comunidad autónoma de La Rioja«.
Porque, como añaden, «toda medida relacionada con la carretera en La Rioja pasa por esperar a 2026 cuando finalice la concesión de la AP68, pero, puede que, casi seguro también, sea entonces obligatorio el pago por el uso de las autovías en España«, añaden.
«Hablar de nuevos enlaces a la AP-68 en San Asensio o Aldeanueva supone viajar no menos de 20 años al futuro. Pues más de 20 años es lo que se ha tardado en completar el ‘semiacceso’ a la autopista en Pradejón-Lodosa para poder acceder y abandonar la AP68 en sentido Logroño y Zaragoza. 20 años para medio peaje, insistimos«, afirman.
Explican que «entendemos necesario recordar que la Ronda Sur no vendrá a paliar el déficit de nuestra comunidad en materia de carreteras, pues La Rioja sigue siendo la única comunidad española que no está vertebrada por una vía de alta capacidad gratuita«.
Desde nuestra organización, «lamentamos el olvido de la totalidad de las administraciones hacia la carretera N-232, única carretera que vertebra el territorio en su conjunto y sobre la que pesa un desvío obligatorio de camiones, tiene pintada una línea continua a lo largo del 95% de su trazado y condensa las tasas de siniestralidad más elevadas del territorio nacional«.
Así, dicen que «la única medida que gira en torno a la N-232 es la licitación de la redacción del proyecto de acondicionamiento de 12 kilómetros de esta vía en carretera 2+1, entre el Villar de Arnedo y Arrúbal«.
Eso, «pese a que, tal y como ha quedado demostrado en otros puntos de la geografía, este tipo de carreteras siguen siendo peligrosas, no solucionan los problemas de siniestralidad, registran accidentes desde que entran en funcionamiento y su ejecución tiene un coste mucho más elevado en proporción que el desdoblamiento de la carretera en dos carriles para cada sentido de la marcha«.
«Por todo ello, lamentamos el ninguneo que sufren las carreteras en nuestra comunidad en materia de inversión y animamos a las diferentes administraciones a que contemplen el desdoblamiento de la N-232 como solución simultánea a la vertebración del conjunto del eje del Ebro, el incremento de la competitividad de los diferentes sectores económicos de nuestra comunidad y la reducción de los elevados índices de siniestralidad vial registrados en La Rioja«,