La Generalitat de Cataluña ha solicitado a la Dirección General de Tráfico (DGT) que refuerce la plantilla de examinadores específicos para obtener el permiso de camión en la región. Aunque el Gobierno de Cataluña tiene asumidas gran parte de las competencias de tráfico y de control del mismo, la facultad de expedir, revisar y canjear los permisos y licencias de conducir es una cuestión bajo control del Gobierno central y, por extensión, de la DGT. Desde Cataluña se asegura que no hay un número de examinadores ni siquiera cercano al suficiente.
Según los datos de las federaciones de autoescuelas, recogidos por el Gobierno de Cataluña, en la región hay actualmente más de 500 personas que está esperando para hacer el examen práctico para obtener el permiso de conducir de camión. Una circunstancia que se achaca principalmente a la falta de examinadores, situación que según el Govern perjudica todavía más la endémica escasez de conductores profesionales de camión que vive la Comunidad y que es extensible al resto de España.
La petición de la Generalitat de un mayor número de examinadores se engloba dentro de un decálogo de propuestas para reducir los accidentes con camiones en la región y mejorar con carácter general la situación del transporte de mercancías profesional por carretera catalán. En el primer punto, el Govern pondrá especial atención a la AP-7, carretera en la que se vigilarán hasta 43 tramos para continuar con los controles masivos. Además, se van a instalar sistemas tecnológicos de control de peso y tacómetros.
Entre el resto de medidas de este decálogo, el Gobierno de Cataluña también propone poner en marcha una iniciativa para informar a las empresas del sector transporte de los cursos existentes para la recuperación de los puntos del permiso de conducir de sus chóferes y de las posibilidades de impartición de estos cursos. Además, el Govern aumentará el programa de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) junto a los Mossos d’Esquadra para hacer una mayor vigilancia en carretera.