Cataluña parece empeñada en comprometer las exportaciones españolas con sus decisiones

La decisión del Servicio de Transito Catalán de prohibir la circulación de camiones de más de 7,5 toneladas entre las 17 y las 22 horas de todos los domingos de septiembre por la AP-7 ha sentado como un puñetazo en el mentón al sector del transporte de mercancías por carretera. Los transportistas no son los culpables de las congestiones ocasionadas tras la liberalización de la vía y, sin embargo, son los que una vez más van a pagar el pato con una medida injustificada, que se ha tomado de forma precipitada y que da la espalda a la actividad.

El sector del transporte de mercancías por carretera se ha movido rápidamente en contra de esta medida. Por un lado, las principales y más grandes asociaciones de transporte nacionales y catalanas han presentado un recurso por lo contencioso-administrativo para conseguir la suspensión cautelar de esta medida. Por otro, los principales portavoces de la actividad no han dudado en alzar la voz para recordar que la AP-7 es la vía que canaliza más del 60% de todas las exportaciones españolas por carretera. Una artería ahora ‘clausurada’.

El gran problema para el sector del transporte de mercancías por carretera es que se considera que no hay justificación alguna que avale la adoptación de esta prohibición, por lo que una vez más la actividad queda señalada y criminalizada por la administración. Mientras la autopista era de pago los camiones han estado obligados a usarla y ahora que no lo es, se prohíbe que circulen por la misma. Una situación que unida a las restricciones en las vías paralelas deja a los conductores sin vías alternativas para seguir su camino.

Se recuerda además desde el sector que los domingos son jornadas esenciales para el reparto y reposición de productos básicos, especialmente en los comercios que abren los fines de semana. Por lo tanto, esta medida puede afectar a la cadena de suministro sin que sea una solución real a los problemas de congestión de tráfico que se han dado en la AP-7 desde que se eliminaron los peajes. Algo que debería tener en cuenta el Servicio de Tránsito Catalán, pero que de momento ha ignorado.

Fernando Sancho

Redactor especializado en movilidad, transporte de mercancías por carretera y las actividades anexas al sector.

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