El Paquete de Movilidad cumple un año y entre sus objetivos estaba frenar tres de las prácticas que más afectan al transporte de mercancías por carretera. De hecho, el texto desarrollado por la Unión Europea pretende acabar con el ‘dumping social’, con la competencia desleal que ejercen las empresas y transportistas deslocalizados y con las infracciones de los tiempos de conducción y descanso. Sin embargo, las infracciones relacionadas con este último aspecto y especialmente con el periodo de descanso semanal no dejan de crecer.

De hecho, las infracciones por la realización del periodo de descanso semanal en la cabina del camión no dejan de producirse y para muestra una reciente inspección realizada por la policía de tráfico de Mannheim, ciudad situada al suroeste de Alemania. En una simple operación que se llevó a cabo en Sinsheim, en torno a la autovía A6, se detectaron infracciones de este perfil en 15 de los 21 vehículos revisados, todos ellos estacionados en el área de descanso de Kraichgau. Una cifra que supone una tasa de infracción superior al 70%.

De los conductores que fueron acusados por delitos contra la norma del tacógrafo, once chóferes profesionales pasaron sus periodos de descanso semanal en sus camiones, incluso si el texto del Paquete de Movilidad indica que no se puede disfrutar de este descanso en la cabina del vehículo. Una normativa que además señala que el empresario es el que debe procurar un lugar para realizar este descanso semanal en forma de residencia, alojamiento permanente o pagando el importe de cualquier establecimiento hotelero o de perfil similar.

Todas las infracciones derivan en un procedimiento administrativo por infracción que afecta al conductor y a la empresa de transporte para la que está desarrollando su labor. Durante este control, también se detectaron otras 22 infracciones en relación a la norma de tiempos de conducción y descanso que derivaron en fianzas por valor de unos 20.000 euros. Una clara muestra de la realidad del sector del transporte de mercancías por carretera, incluso si la normativa se ha endurecido para evitar este tipo de prácticas.