Para mear y no echar gota. La Asociación de Cargadores de España (ACE) no sólo está echando balones fuera en la crisis del transporte que ha derivado en el paro patronal del 20 al 22 de diciembre, sino que ahora dice sentir que se les «deja al margen». Curiosa manera de eludir culpas, ya que los cargadores son grandes culpables de la situación que vive el transporte de mercancías por carretera en España por su trato abusivo sobre los conductores profesionales. La respuesta de ACE al comunicado del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) es casi ridícula.
El CNTC acusó a los cargadores de un silencio orquestado para eludir los problemas que vive el sector y de los que son causa, dejando así la ‘patata caliente’ al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a la hora de negociar. Sabedores de la atomización del sector y de la posición de debilidad en el que queda por esta situación ante las empresas, los cargadores hacen práctica de forma habitual de una posición de dominio con la que obligan a cargar y descargar las mercancías a los conductores o les hacen esperar largo tiempo hasta que se lleva a cabo esta tarea.
La respuesta de la Asociación de Cargadores de España ante este comunicado del CNTC no se ha hecho esperar. Nuria Lacari, en declaraciones a ‘Cuadernos de Logística’ ha asegurado que sí existe la intención por parte de los cargadores para mejorara las condiciones de los chóferes, sin que sea un documento firmado sin asumir compromisos serios. Lacari asegura en respuesta al comunicado de CNTC que el problema sí que va con los cargadores, pero que «se les deja al margen» de la solución al estar apartados de la mesa negociadora.
En esta línea, Lacari asegura que ACE cree que hay que trabajar, profundizar y crear de una vez estándares para los conductores y vigilar su cumplimiento. Para tal fin, ACE dice obligarse a planificar la gestión de los muelles para minimizar los tiempos de carga y descarga y poner a disposición de los transportistas aseos y zonas de descanso. Además, procura garantizar a los conductores zonas seguras de carga y descarga e incluso horarios flexibles de recogida y entrega. Otra cosa es la realidad que los conductores reflejan.