Un reciente informe de Transport & Enviroment asegura que los camiones eléctricos serán una alternativa real y rentable a los vehículos pesados propulsados por Diésel a partir de 2025. El estudio además asegura que esta fecha será un punto de inflexión y mientras que los costes vinculados a los camiones eléctricos se irán reduciendo con el paso de los años a la par que se rentabiliza la inversión en su desarrollo, los camiones Diésel serán menos competitivos a lo largo de su vida útil si se hace una comparación directa.

El trabajo, bajo el título ‘Posibles opciones y vías tecnológicas para conseguir un transporte de mercancías por carretera sin emisiones de carbono en España’, señala que el transporte de mercancías por carretera ha comenzado su particular cuenta atrás para comenzar una lógica y verdadera transición hacia sistemas de propulsión cero emisiones. En este sentido, el informe señala que los vehículos convencionales de motor de combustión serán año tras año menos competitivos mientras que los camiones eléctricos ganan peso en el transporte profesional y son cada vez más rentables.

Por ese motivo, el estudio señala que es probable que los transportistas dejen de apostar por los camiones Diésel y comienzan a adquirir vehículos eléctricos a partir del año 2025, lo que precipitará la transición ecológica del sector del transporte de mercancías por carretera. Eso sí, el estudio señala que para garantizar la neutralidad climática en 2050 no bastará con asegurar el fin de la venta de furgonetas de combustión interna en 2035 y de camiones en 2040, sino que hay que adelantar estas fechas para anticipar el uso de vehículos menos contaminantes.

Entre las conclusiones del estudio, se pide una aceleración del despliegue de la infraestructura de recarga de alta potencia necesaria para que los camiones eléctricos ganen presencia en el sector. Es importante evitar cuellos de botella en el despliegue de los puntos de recarga en la segunda mitad de esta década. Y todo debe ir acompañado de una adecuada regulación a nivel europeo y de los Estados miembro que permita la paridad de costes entre vehículos eléctricos y de combustión para que el sector apueste por tecnologías cero emisiones.