A medida que el plan del Gobierno de Pedro Sánchez de introducir peajes de pago por uso en las vías de alta capacidad se va concretando, los expertos del sector transporte están llevando a cabo las primeras estimaciones sobre las implicaciones y costes reales de esta medida en la actividad. Y los datos son realmente alarmantes, ya que un camión podría pagar hasta 150 euros en peajes por cruzar España de punta a punta tras la aplicación de este nuevo modelo recaudatorio.

El Gobierno sigue dando pasos adelante para la puesta en marcha un modelo de pago por uso en las autovías y autopistas españoles como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas. Aunque el inicio de esta medida no llegará hasta 2024, desde el sector transporte se han opuesto de manera frontal a la imposición de este modelo, similar al sistema conocido como ‘Euroviñeta’. Tasa que implicaría el pago de 9 céntimos por kilómetro a turismos y de 19 céntimos a los vehículos de transporte, siguiendo un modelo que utilizan 23 de los 25 países de la Unión Europea.

Aunque todavía no está muy claro si el pago por uso de las autovías españolas se llevará a cabo en función del tipo de vehículo o si se aplicará de manera indistinta por kilometraje recorrido en vías de alta capacidad, lo cierto es que el sector transporte no deja de mirar esta medida con enorme preocupación. Y es que según los primeros datos del OBS Business School, un camión podría pagar hasta 150 euros por cruzar España de punta a punta, lo que supondría un disparo en el pie a la competitividad del sector por el encarecimiento de los servicios.

Por si esto no fuera suficiente, otra de las medidas ‘estrella’ del Gobierno socialista pasa por la creación de un nuevo impuesto al Diésel que lo equiparará con la gasolina, medida que ya fue paralizada en la anterior edición de los Presupuestos Generales del Estado, pero que sigue en la lista de objetivos del Ejecutivo central. Al final, voces del Gobierno señalan que no tiene ningún sentido que el Diésel tenga impuestos especiales inferiores a los de otros combustibles en un proceso en el que se está intentando fomentar nuevas formas de movilidad.