El presidente del Puerto de Barcelona, Damià Calvet, ha considerado que el Corredor Mediterráneo «no ha cumplido con las expectativas» y tiene muchos déficits sobre eficiencia, movilidad sostenible, nivel de mercancías y costes de operación, 10 años después de su presentación formal.
En el encuentro telemático ‘Objectiu Europa. Compromesos els valors i propòsits de l’Any Europeu del Ferrocarril’ organizado por el Col·legi de l’Enginyeria de Camins y FGC, también ha dicho que existen proyectos avanzados del corredor que pueden potenciar la economía del territorio.
«Es necesario que se mejoren los frenos a la utilización y los temas operativos, porque vamos muy atrasados y las soluciones no pueden llegar dentro de muchos años», ha añadido.
Calvet ha destacado que el Puerto de Barcelona forma parte de su impulso de mejora, en el que se encuentran proyectos como la línea Barcelona-Madrid, con apartaderos para trenes de 750 metros, y la Reus-Zaragoza.
Sin embargo, lo más importante para Calvet es «disponer de un protocolo que permita los accesos viarios y ferroviarios y también la terminal ferroviaria», para lo cual se van a destinar 400 millones de euros y 200 millones, respectivamente.
«Estamos trabajando en la elaboración de los estudios previos y la redacción del proyecto básico para hacer realidad los accesos viarios y ferroviarios al Puerto», ha explicado.
Después del trabajo conjunto entre Adif, el Puerto y la Generalitat, se espera tener el proyecto acabado para julio de 2022 –momento en que se empezaría a ejecutar–, teniendo en cuenta los «largos periodos entre planteamiento y realidad que se dan en este tipo de proyectos estructurales».
Los planes estarán financiados por los fondos del Estado, por el Puerto de Barcelona y también por los fondos europeos «para que la economía avance con solidez estructural y sostenibilidad».