La Comisión Europea ha publicado su informe anual sobre la economía de España, remarcando en sus conclusiones que el Ejecutivo español tiene que elevar los impuestos medioambientales al transporte, ya que están por debajo de la media de la Unión Europea. En este aspecto, el documento señala que los impuestos especiales sobre el gasóleo y la gasolina representan en España el 1,5% del PIB total de 2018, frente al 1,9% del resto de la Unión Europea.

Tirón de orejas de Bruselas a España por los «escasos ingresos» que generan las denominadas tasas verdes en la economía nacional. No obstante, la Comisión Europea señala que los impuestos especiales a los combustibles sólo representaron el 1,5% del PIB de 2018, cuatro décimas por debajo de la media de la Unión. Además, el informe anual de este organismo señala que los impuestos sobre el transporte en general representaron en 2018 el 12,7% de los ingresos totales por esta vía, cuando la media en la Unión Europea es del 19,7%.

En este aspecto, el informe de la Comisión Europea insta al Ejecutivo español a luchar de forma más efectiva contra las emisiones del sector transporte. En este aspecto, el organismo cifra en 64.300 millones de euros anuales el gasto externo asociado al transporte por carretera en España, cifra en la que se están incluidos los costes asociados al propio transporte, la contaminación atmosférica y acústica o los costes de producción de los combustibles. Sin embargo, la principal advertencia no se enmarca en el aspecto económico.

De hecho, el punto más importante del informe de la Comisión Europea señala que España está en riesgo de no cumplir con los objetivos de emisiones de CO2 para 2030 si el Ejecutivo no adopta nuevas medidas. Sin embargo, el organismo europeo señala que si se aplican todas y cada una de las acciones que recoge el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de 2019, con el fomento de un cambio modal en el transporte, España todavía está en camino de poder cumplir con estos objetivos de emisiones contaminantes.