El periodo de transición del ‘Brexit’ terminó hace casi seis meses, tiempo razonable para sacar las primeras conclusiones de la nueva relación comercial y en el transporte entre Reino Unido y la Unión Europea. Dentro de las demoras sistemáticas y el aumento del tiempo de tránsito de los camiones, las exportaciones entre ambas partes han ido alcanzado una cierta normalidad. Pese a todo, la carga burocrática ha crecido notablemente y todavía muchos camiones se ven atrapados por estos requerimientos burocráticos.

Aunque lejos quedan las imágenes de gigantescas retenciones de camiones en el Puerto de Dover o en las instalaciones del Eurotunnel y ya impera una situación de cierta normalidad en el transporte entre Reino Unido y la Unión Europea, muchos transportistas siguen quejándose de las demoras sistemáticas en los tiempos de tránsito. Una situación que eleva los costes operativos en la cadena logística, lo que termina afectado a las empresas de transporte como último eslabón previo a la distribución de los productos y la adquisición por parte de los ciudadanos.

En este aspecto, las exportaciones desde Europa a Reino Unido han alcanzado una situación muy cercana a la normalidad al reducirse las trabas administrativas y los bloqueos operativos, situación que no se da en las importaciones. De hecho, la imagen de camiones atrapados en instancias aduaneras por requerimientos burocráticos y deficiencias documentales es casi una constante seis meses después del inicio del ‘Brexit’. El conglomerado normativo del ‘Brexit’ se ha convertido en un dolor de muelas, sobre todo a partir del mes de mayo con la entrada en vigor de los nuevos requisitos en los intercambios comerciales entre ambas partes.

La operativa se ha recrudecido debido a deficiencias documentales con las que importadores y exportadores han quedado fuera de juego. Si bien en ocasiones el bloqueo no se produce en la frontera entre Reino Unido y Europa, esta retención de camiones sí se da en las aduanas de destino con paralizaciones de los vehículos de hasta una semana. Los controles sanitarios de las mercancías que han superado la frontera se dan ya en la Unión Europea y existe una falta de personal evidente en los puertos de destino, lo que al final dibuja caídas significativas en las exportaciones británicas.