Basta Ya, No – Editorial Transportealdia

Es una evidencia que la actuación de Competencia en el año 2012, inducida y dirigida con toda la mala fe del mundo, contra determinados elementos del sector del transporte por carretera, sirvió para neutralizar y someter a un sector que en el 2008 dio muestra de lo que era capaz de hacer si en un momento determinado se une.

De aquel momento en 2008 donde el sector como siempre fue vendido a cambio claro está de la corrupción que supone la recepción de los cuantiosos fondos de formación, única forma de seguir manteniendo la supervivencia de la mayor parte de las Asociaciones, Federaciones y Confederaciones que le son propias al sector.

Nadie se dio cuenta entonces, pero aquello supuso un punto y final en cualquier pretensión del sector de ser dueño de su propio destino, desde aquel momento el destino se lo marcarían sin ningún género de duda los demás, llámense como quieran, clientes, cargadores, agencias, u operadores logísticos, amén de las Administraciones que le son propias.

Nada ha ido bien desde entonces para el sector, ahora hay algunos que no sienten ni han sentido jamás el hierro de ver arruinada su empresa, porque no la han tenido nunca, pero si están o han estado gobernando su Asociaciones, Federaciones o Confederaciones, y ahora decimos amenazan pero con la boca pequeña que hay que dar un puñetazo encima de la mesa.

No entienden que hoy ya no sirve dar un puñetazo encima de la mesa, hoy hay que emular la actuación del Nikita Kruschef en la Asamblea General de la ONU, cuando se quitó el zapato y golpeó con él en el atril de oradores, para hacer saber al mundo que la URSS era una gran potencia, pues eso, si hay que quitarse el zapato y dar uno o varios zapatazos, para que los demás, clientes, cargadores, agencias de compras, u operadores logísticos entiendan que esto se ha acabado, habrá que hacerlo. Ah y para que lo entiendan las Administraciones, también.

No vale creerse la cantinela de que no se pueden tener precios de referencia, eso es una falacia, pues particularmente para aquellos cuya mercancía transporta el transporte frigorífico, sí que pueden disponer de lonjas y mercados, donde se fijan los precios diariamente.

Que no se puede cargar un camión por 2.400 euros desde el límite de Almeria con Málaga a Berlín, porque ese transporte a poco valer vale el doble de lo que se paga. Y porque con esos precios que se cobran sólo se puede ir directo a la ruina, eso sí, de dos formas una porque no llega para cubrir los costes y la otra porque se empiezan a hacer cosas que jamás se debieran de hacer, como poner gasóleo B en lugar del A que corresponde y otras muchas más salvajadas.

Y mientras que eso no lo entienda el transporte por carretera, difícilmente se lo va a hacer entender por las buenas o por las malas a quienes necesitan de sus servicios para ser algo, y mucho menos a las Administraciones que le son propias.

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