La llegada del Brexit y especialmente de la pandemia de COVID-19 son dos razones de peso a la hora de acabar con uno de los problemas históricos del transporte frigorífico de mercancías por carretera. Bajo este escenario, la Asociación Española de Empresarios de Transporte Bajo Temperatura Dirigida (ATFRIE) vuelve a pedir que se acabe de una vez con el intercambio de palets. Y para tal fin, la asociación ha elaborado un estudio para hacer ver los riesgos que existen a nivel higiénico, sanitario, medioambiental, económico y de seguridad.
El transporte frigorífico en general y ATFRIE en particular lleva alertando durante muchos años de los peligros de seguridad e higiene que plantea el intercambio de palets, modelo que debe ser sustituido por el sistema de pool -alquiler por trayecto realizado- por empresas especializadas. Una situación que debe ser todavía más tenida en cuenta con la llegada de la crisis sanitaria, tal y como reflejan las conclusiones del estudio realizado por el catedrático de la Universidad de Murcia, Fulgencio Helenio Marín Iniesta, en colaboración con ATFRIE.
Desde un punto de vista microbiológico, el trabajo concluye que los palets de intercambio son un foco de una amplia variedad de bacterias, algunas de la cuales pueden ser dañinas para la salud y provocar enfermedad. El análisis de las muestras también revela la presencia de patógenos de personas, animales y plantas en los palets no higienizados. Esto implica que los palets en condiciones de transporte habituales pueden provocar graves contaminaciones de los productos y afectar a la cadena alimentaria, con todo lo que ello supone.
La presencia de bacterias y patógenos en los palets plantea problemas a nivel higiénico, medioambiental, de seguridad y económico. No obstante, los palets pueden llegar a provocar una contaminación adicional de los productos que se transportan y de los trabajadores. Esta situación también genera riesgos en el transporte internacional por el cambio de normativa sanitaria y fitosanitaria entre países, situación agravada por el Brexit. Y en segundo plano, el sobrepeso del transporte de los palets -unos 1.200 kg.- supone un aumento en el gasto de combustible y una mayor huella de carbono para el sector.