El transporte de mercancías por carretera vive una situación crítica con la subida del precio de los combustibles. Y aunque el descontrolado aumento del precio del Diésel es el punto que más afecta a las empresas del sector, muchas compañías de transporte también agonizan por el desmesurado aumento del precio del gas natural vehicular. Una situación que ha señalado ASTIC, remarcado la situación de desamparo que sufren miles de empresas que han invertido en vehículos a gas a partir de las indicaciones de la Unión Europea y las autoridades nacionales.
Se vendió desde Bruselas y desde el Ejecutivo que el gas natural vehicular era una alternativa al Diésel, pero la realidad es que las empresas de transporte que han apostado por este tipo de combustible se han encontrado con una situación dantesca. El incremento del precio del gas natural vehicular de un 100% ha destrozado las previsiones y cuentas de estas empresas, tal y como señala en un reciente vídeo Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic).
Las empresas que han apostado por la energía ‘verde’ y por el gas natural vehicular, ya que es la única alternativa real al Diésel disponible para recudir las emisiones en el transporte pesado de larga distancia, se han topado con una dura realidad. Las recomendaciones de Europa y de las autoridades nacionales de apostar por el gas se han convertido en un aumento de precios insostenible para las empresas que han intentado afrontar la transición energética y reducir sus emisiones de la mejor forma posible.
En este aspecto, Ramón Valdivia ha señalado: «No nos parece justo que precisamente las empresas pioneras se vean abocadas ahora a no tener sostenibilidad económica o a tener que paralizar los vehículos en los que invirtieron siguiendo precisamente las indicaciones de las autoridades. No se les puede dejar desamparados porque el mensaje sería muy negativo para la descarbonización energética que todos esperamos del sector de carretera».