La escasez de conductores profesionales es un mal endémico y generalizado en el sector del transporte de viajeros y mercancías por carretera en toda Europa. Sin embargo, hay países que están sufriendo sus consecuencias de una forma más aguda. Es el caso del Alemania. Según las principales asociaciones de transportistas y de compañías de autobuses, el país sufre una escasez de 70.000 chóferes de autobús y camión. Tal es la situación que incluso el sector de la gestión de residuos ha alarmado sobre esta cuestión.
A pesar de las distintas voces que alertan sobre la escasez de chóferes profesionales, lo cierto es que el Gobierno de Alemania no está tomando medidas de peso para atajar esta grave situación. Incluso los responsables de MAN Truck & Bus y los representantes de la Asociación Federal de Transporte por Carretera, Logística y Eliminación (BGL) de Alemani se han referido a esta cuestión que pone en riesgo el normal abastecimiento de bienes cotidianos, la cadena de suministro y numerosos servicios.
La Asociación Federal Alemana de Gestión de Residuos, Gestión del Agua y Reciclaje (BDE), por ejemplo, advierte sobre la falta de personal entre los conductores de camiones dedicados a la recogida de residuos. Por su parte, la Asociación Federal de Empresas Alemanas de Autobuses (BDO), por su parte, informa de 7.700 vacantes en sus empresas asociadas. De hecho, estas compañías están rechazando ya distintos contratos y servicios de viajes turísticos, escolares y rutas programadas por la falta de conductores.
Mientras tanto, las campañas de captación de conductores profesionales parecen no funcionar y el Gobierno no toma medidas acordes a la gravedad de la situación. La burocracia es uno de los grandes problemas de este tipo de iniciativas y el Ministerio de Transportes no responde como se espera. Sin ir más lejos, el ministro tardó cinco meses en responder a una misiva enviada por la BDE para abordar este problema, fiel reflejo de la importancia que parece tener este problema.