Alemania ha decidido dar marcha atrás en su plan de relajación de las restricciones asociadas a la crisis del COVID-19. Pese al ‘cierre’ fronterizo y las estrictas medidas tomadas en las últimas semanas, la evolución negativa de la situación epidemiológica del país ha provocado que, tras una reunión de 11 horas, el Gobierno de Angela Merkel haya decidido redoblar sus esfuerzos y endurecer las restricciones a la vida pública y la actividad económica. Para tal fin, el Gobierno ha decidido sumar fechas ‘festivas’ a la Semana Santa y así paralizar la actividad.
La Canciller alemana y los jefes de Gobierno de los 16 Estados Federados han decidido ‘alargar’ la Semana Santa con el fin de reducir la actividad económica y social del país. Así, junto a los festivos habituales en Alemania del Viernes Santo y Lunes de Pascua, este año se sumarán por la pandemia dos jornadas festivas extras, la del jueves previo y la del martes siguiente a estas fechas. De esta forma, la actividad quedará reducida entre los días 1 y 6 de abril en el país a la mínima expresión.
De hecho, tan sólo abrirán comercios esenciales -con limitaciones- como son las gasolineras, farmacias y tiendas de alimentación. Además, la población tendrá prohibida cualquier reunión en espacios públicos, misma medida que se tomó para evitar todo tipo de aglomeraciones como ya se llevó a cabo en Nochevieja y Año Nuevo. Se dibuja así la Semana Santa como un espacio de tiempo que dará un impulso extra a los esfuerzos para controlar la pandemia, tal y como ha asegurado la propia Angela Merkel.
Aunque luchar contra la pandemia de COVID-19 es primordial, este parón de la actividad es un nuevo revés para el sector del transporte de mercancías por carretera. El escenario económico es cada vez más complejo y detener casi al completo la actividad económica y comercial entre el 1 y 6 de abril supone una reducción drástica de los servicios de transporte. Además, el país ha ampliado las restricciones vigentes hasta el día 18 de abril, algo que tampoco facilita la normal actividad del sector.
Además, hay que tener en cuenta que el esquema de actividad dentro del sector se verá modificado durante los días de esta Semana Santa extendida. Por un lado, los chóferes alemanes pueden alterar sus rutinas para intentar esquivar estos días festivos, mientras que por otro lado la ausencia de cargas para retornos supondrá un grave perjuicio tanto para las empresas alemanas como para las compañías extranjeras que operen en el país de forma regular, tanto en servicios de cabotaje como de transporte internacional.