Nuevamente se produce en nuestro país la intervención de una de las grandes empresas del transporte por carretera.
Nuevamente se deja patente la falta de unas reglas del juego claras y concisas que no puedan dar lugar a estos lamentables espectáculos.
Ignoramos las causas que han llevado a la administración española a tomar esas medidas, pero como no es la primera, sería bueno y muy conveniente que por parte de todos se procediera a sentarse, hablar, discutir, pero sobre todo a tratar de conseguir una seguridad jurídica que a lo que se ve no se tiene, ya que tiene toda la pinta de que es lo que menos interesa.