Los transportistas han llegado a un acuerdo y rechazan por unanimidad la anunciada subida del impuesto al diésel prevista para las próximas semanas. Según el Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, esta medida es un requisito previo para acceder al quinto paquete de ayudas del Plan de Recuperación de la Unión Europea.

El Gobierno de España tiene hasta el 21 de marzo para aprobar el incremento del impuesto al diésel y optar al cobro de los 25.000 millones de euros del quinto tramo del Plan de Recuperación de la UE. Sin embargo, esta medida enfrenta grandes obstáculos, no solo por la falta de consenso político, ya que Podemos condiciona su apoyo a la permanencia del impuesto a las energéticas, mientras que Junts y PNV se oponen directamente, sino también por la resistencia del sector del transporte, que ha formado un frente común en contra de la subida.

En un comunicado, FENADISMER advierte que «si el Gobierno finalmente aprueba esta subida, las asociaciones de transportistas instarán a los distintos grupos políticos a rechazarla en el Parlamento, sin descartar otro tipo de movilizaciones en contra de dicha medida».

El incremento del impuesto al gasóleo supondría una subida de diez céntimos por litro, con el objetivo de equiparar su fiscalidad con la de la gasolina. Los transportistas acogidos al gasóleo profesional quedarían exentos, ya que se les devolvería la diferencia, pero la medida afectaría a todos los titulares de vehículos de hasta 7,5 toneladas de MMA que no estén dentro de este régimen.

Según datos oficiales, FENADISMER confirma que en España se consumen 25.000 millones de litros de gasóleo de automoción al año, de los cuales la mitad corresponde al sector del transporte.