La patronal UNO Logística ha instado al Gobierno de España a rechazar la imposición de la compra obligatoria de vehículos eléctricos de batería (BEV) que propone la Comisión Europea como parte de la estrategia de electrificación del transporte por carretera. Según la entidad, esta medida podría generar graves consecuencias para las empresas del sector, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes), debido al aumento de los costes operativos y las dificultades para la renovación de flotas.
El presidente de UNO, Francisco Aranda, ha advertido que la obligatoriedad de adquirir vehículos eléctricos podría comprometer la competitividad del sector y ralentizar la transición hacia un modelo de transporte más sostenible. Además, ha rechazado firmemente la posibilidad de imponer impuestos a las empresas que no puedan asumir esta medida. «No solo nos obligan a comprar vehículos que no podemos costear ni utilizar en todas las operativas, sino que pretenden penalizar con cargas fiscales a quienes no cumplan con un mandato que, en muchos casos, es inasumible«, ha denunciado.
Aranda también ha subrayado la falta de infraestructura adecuada para el despliegue del transporte eléctrico en España. «Actualmente no disponemos de camiones eléctricos que puedan ser utilizados en todas las operativas, ni de incentivos económicos adecuados, ni de una infraestructura de recarga suficientemente desarrollada«, ha afirmado.
En este sentido, el presidente de UNO ha insistido en que la descarbonización del transporte no debe centrarse exclusivamente en la electrificación, sino que deben considerarse otras alternativas viables. «Desde UNO apostamos por una transición energética con una visión más amplia, que respete el principio de neutralidad tecnológica e incluya todas las opciones posibles para ser más justa con las empresas y la sociedad«, ha manifestado.
Como alternativa, la patronal defiende la introducción de los Combustibles Neutros en CO2 (CNF), que podrían facilitar una descarbonización más razonable del transporte pesado y paliar los retrasos en la implementación de vehículos eléctricos, así como la escasez de infraestructuras de recarga. «Recordemos que estamos a la cola de Europa en puntos de recarga«, ha enfatizado Aranda.
El presidente de UNO ha pedido al Gobierno que apoye esta y otras opciones para avanzar hacia una logística sostenible, sin afectar la rentabilidad de las empresas ni el empleo en el sector del automóvil. «La transición hacia un transporte más sostenible debe llevarse a cabo de manera flexible y equilibrada, sin imponer cargas excesivas a las empresas y fomentando la cooperación entre el sector público y privado«, ha asegurado.
Antes de finalizar, Aranda ha reiterado el compromiso del sector con la sostenibilidad, pero ha reclamado calendarios realistas y alcanzables. «Los objetivos estipulados desde Bruselas son, en muchos casos, inasumibles y requieren una inversión económica desproporcionada para pymes y autónomos. La sostenibilidad medioambiental es cara y hay que pagarla, por lo que es necesario que se nos escuche para avanzar hacia un nuevo modelo logístico sin afectar gravemente la rentabilidad de las empresas«, ha concluido.