La principal diferencia entre los conductores jóvenes de autobuses y camiones y los de vehículos particulares radica en el carácter profesional de su actividad. En cartas dirigidas a los negociadores del Consejo y del Parlamento, la IRU ha cuestionado las ideas erróneas que sustentan el debate sobre la edad mínima para conducir, en el contexto de la revisión de la Directiva sobre el permiso de conducir.
La IRU insta a los responsables políticos de la UE a reconocer la importante distinción entre jóvenes conductores profesionales y conductores privados. A diferencia de los conductores de vehículos particulares, los jóvenes profesionales reciben hasta 280 horas de formación rigurosa, superando ampliamente los requisitos de los conductores privados. Esta formación se complementa con actualizaciones reglamentarias anuales obligatorias. Se trata de profesionales altamente cualificados, certificados mediante el Certificado de Competencia Profesional (CPC) y comprometidos con mantener altos estándares de seguridad.
Raluca Marian, directora de promoción de la IRU en la UE, señaló: “La edad mínima para los conductores profesionales jóvenes es un tema de intenso debate entre el Parlamento y el Consejo. Sin embargo, las soluciones propuestas por el Parlamento son pragmáticas, bien fundamentadas y basadas en la realidad. Aunque los conductores profesionales jóvenes están entre los usuarios más seguros de la vía, el debate sobre la edad mínima para conducir suele basarse en mitos y emociones, no en hechos. Instamos a los responsables políticos a fundamentar sus decisiones en pruebas y a dar a los jóvenes formados en programas especializados la oportunidad de desarrollar una carrera destacada en nuestro sector”.
Un punto específico de debate es la propuesta de la Comisión Europea de permitir un programa de acompañamiento para conductores de camiones a partir de los 17 años, dando a los recién graduados de escuelas profesionales la posibilidad de comenzar su carrera junto a un conductor experimentado.
“Escuchamos frecuentemente que ‘la IRU quiere que los jóvenes conduzcan’. Nuestra respuesta a quienes perpetúan este mito es clara: el sector está listo para ofrecer formación continua a jóvenes de 17 años, emparejándolos con formadores experimentados mientras trabajan y reciben un salario. Esto combina una formación remunerada con un empleo”, afirmó Raluca Marian. “¿Qué proponen quienes se oponen para estos jóvenes graduados de 17 años?”
La revisión de la Directiva sobre el permiso de conducir brinda una oportunidad única para cerrar la brecha entre el fin de los estudios y el inicio de la vida laboral. Además, establece rutas estructuradas para integrar de forma segura y sostenible a los jóvenes profesionales en el mercado laboral, contribuyendo a reducir tanto el desempleo juvenil como la escasez de conductores.