La combinación de consumo de alcohol y conducción es un factor clave que afecta la seguridad vial. Un pequeño porcentaje de los conductores en la Unión Europea (alrededor del 5%) que circulan bajo la influencia del alcohol es responsable de una proporción significativa de lesiones graves y mortales en accidentes de tráfico (aproximadamente el 20%). De igual manera, la cantidad de conductores que manejan bajo los efectos de drogas es una preocupación creciente.

La Operación ROADPOL Alcohol y Drogas es una acción de control coordinada a nivel paneuropeo realizada por agentes de tráfico de cada país miembro de ROADPOL, y se lleva a cabo en las carreteras europeas durante el verano y el periodo navideño, en complemento a las actividades diarias de control nacional de la policía de tráfico para combatir la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas.

El objetivo de la Operación ROADPOL Alcohol y Drogas no es solo reprimir la conducción bajo los efectos de alcohol o drogas, sino también atraer la atención de los medios sobre este problema.

Estas operaciones reflejan la determinación de las fuerzas policiales en Europa para abordar este problema y demuestran que las probabilidades de ser detenido al conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas aumentan significativamente. Además, estas acciones contribuyen de manera importante a los objetivos de las Estrategias de Control Vial de Europa y los países miembros en la reducción de muertes y lesiones en las carreteras.