Desde la implementación de controles fronterizos más estrictos en Alemania el 16 de septiembre, el mercado del transporte de mercancías por carretera se enfrenta a mayores dificultades. Estas medidas, similares a las aplicadas durante los Campeonatos Europeos, han generado críticas de la Comisión Europea y países vecinos.

A cuatro semanas de su puesta en marcha, los tiempos de espera en las fronteras alemanas, especialmente entre Polonia y Alemania, han aumentado significativamente, afectando la productividad y la eficiencia del transporte.

Los lunes, en particular, los camiones provenientes de Europa del Este generan grandes atascos al ingresar a Alemania, creando cuellos de botella predecibles. Aunque los tiempos de espera no han aumentado drásticamente en todas las fronteras, los transportistas que cruzan desde Polonia experimentan una hora adicional de demora en comparación con 2023, lo que aumenta los costos operativos.

A pesar de que la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea suspendió la obligación de retorno de ocho semanas del Paquete de Movilidad, no se espera que este cambio impacte significativamente el tráfico fronterizo. De hecho, los tiempos de espera ya eran elevados antes del 16 de septiembre, debido a los controles introducidos durante la Eurocopa y mantenidos en las fronteras orientales de Alemania.

Estas nuevas medidas, aunque no representan una interrupción grave para el transporte en general, añaden complejidad y reducen la capacidad disponible, afectando la competitividad del mercado del transporte en Europa.

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