España y Alemania fueron los primeros países que decidieron lanzar una línea de ayudas para la digitalización del transporte de mercancías por carretera en la que se contemplaba el cambio de los tacógrafos de los camiones para la instalación de los nuevos tacógrafos inteligentes de segunda generación. La decisión de apoyar económicamente a las empresas de transporte de mercancías por carretera para facilitar la sustitución obligatoria de los tacógrafos ha creado escuela y ahora es Eslovaquia la que también ayudas económicas para este fin.
Para ser estrictos, mientras que España y Alemania han optado por un programa de ayudas, el Gobierno de Eslovaquia ha apostado por desgravaciones fiscales para lograr así que el sector active sus mecanismos y permitir la compra de nuevos vehículos que ya tengan integrado el tacógrafo inteligente de segunda generación. En este sentido, el Ministerio de Finanzas del país ha reducido al mínimo permitido por la Unión Europea el impuesto pro la compra de vehículos de motor.
Con un enfoque adecuado, esta medida del Gobierno está enfocada a que un total de 27.000 empresas de transporte de Eslovaquia tengan la opción de renovar la flota de vehículos o, en su defecto, contar con importantes descuentos en ‘leasing’. Aunque está claro que la medida eslovaca no es tan atractiva como la española o la alemana, las cuentas eslovacas tampoco permiten una medida más agresiva para potenciar la digitalización del sector del transporte de mercancías por carretera del país.
Sea como fuere, Eslovaquia ha activado un mecanismo de ayuda al sector que muchos otros países con economías más sólidas no han explorado. Sin ir más lejos, el sector del transporte de mercancías polaco, referencia por muchas razones en el transporte internacional europeo, no cuenta con ningún tipo de ayuda para la renovación de sus flotas o la sustitución del tacógrafo presente en los camiones en activo por unidades inteligentes de segunda generación, pese a la insistencia desde el sector de su necesidad.