La Xunta de Galicia ha puesto en marcha este miércoles 7 de agosto su programa de ayudas para la renovación de la flota gallega de transporte. Con la apertura del plazo de solicitudes, cualquier transportista autónomo gallego o empresa de transporte que tenga su sede en la región puede solicitar la subvención del 40% del importe total de adquisición de camiones, remolques y furgonetas, sea cual sea el sistema de propulsión, siempre y cuando la inversión realizada en su compra supere la cifra de los 40.000 euros.
Con este movimiento, la Xunta de Galicia muestra su apoyo al transporte de mercancías por carretera, adelantándose además a cualquier propuesta de carácter nacional. Una línea de ayudas que se antoja muy necesaria mientras el envejecimiento de la flota de vehículos pesados de transporte no deja de crecer, tanto en Galicia como en el resto de España. En el caso de Galicia, la edad media de los camiones rígidos es de 16,5 años, mientras que la edad media de las cabezas tractora alcanza ya los 8,8 años.
Aunque es cierto que la edad media de la flota de camiones a nivel nacional es ligeramente inferior (14,8 años), al igual que la de las cabezas tractoras (8,1 años), desde FENADISMER reclaman que el Gobierno central tome ejemplo de la línea de subvenciones que ha activado la Xunta de Galicia y también ponga en marcha un Plan Renove a nivel estatal, siempre y cuando tenga unas bases lógicas y permite la compra de camiones Diésel y no sólo vehículos pesados eléctricos o de hidrógeno como la desacertada convocatoria.
El último Plan de ayudas, que estuvo vigente hasta el pasado mes de abril, no obtuvo ni mucho menos el resultado esperado, ya que la mayor parte de las solicitudes fueron para llevar a cabo el achatarramiento de vehículos, ya que la línea de ayudas para la renovación de la flota sólo contemplaba la compra de vehículos eléctricos o de hidrógeno, siendo las posibilidades en el sector del transporte de mercancías reducidas. De hecho, dos de cada tres ayudas para la compra fueron para la adquisición de autobuses, pese a que la flota de camiones en España es seis veces superior.