Desde 2013, todas las empresas en Francia que organizan operaciones de transporte, ya sea de pasajeros o mercancías, deben informar a los clientes sobre los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos durante dichas operaciones. El modo de comunicación es libre, pero la información debe ser sincera, clara e inequívoca.
Esta normativa aplica a todas las operaciones cuyo origen y destino estén en territorio francés, incluso si son realizadas por transportistas extranjeros.
A partir del 1 de enero de 2025, el Gobierno francés comenzará a sancionar con multas de hasta 3.000 euros a las empresas que no cumplan con esta obligación.
Según ha informado la IRU a la CETM, el cálculo de estas emisiones puede realizarse con la ayuda de la Plataforma EVE, aunque solo está disponible en francés. También se puede encontrar más información al respecto AQUÍ.