El sector del transporte de mercancías por carretera mira con preocupación la deriva que está tomando el precio del Diésel y la gasolina. Desde que comenzó el ejercicio 2024 el precio del combustible no ha dejado de aumentar, provocando que la bajada que se produjo en el último trimestre del pasado año haya quedado en nada. Todavía el precio por litro está lejos de sus máximos históricos registrados en verano de 2023, pero sí está ya por encima del precio que tenía el Diésel y la gasolina cuando se desató la Guerra de Ucrania.

Una situación que ha provocado que algunas voces dentro del transporte profesional, como es el caso de los responsables de CETM-Madrid, hayan puesto encima de la mesa la posibilidad de recuperar las ayudas al combustible que ha recibido el transporte profesional de la mano de la fórmula del Gasóleo Profesional durante la segunda mitad de 2023, cuando la bonificación ya quedó suprimida para particulares. Desde la delegación de CETM se explican los motivos a tener en cuenta para entender esta petición.

A título individual, España vive una situación de alta inestabilidad política que ni siquiera se ha resuelto con la conformación del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Entre otras cosas porque durante 2024 ya ha habido comicios en Galicia, los habrá en Cataluña y País Vasco y también están las elecciones europeas. A esto hay que sumar el estado general del sector transporte, con una demanda a la baja, un exceso de oferta y una caída de los precios sin que los costes operativos disminuyan. La subida del precio del Diésel es casi la puntilla para la actividad.

Por ese motivo, el sector transporte puede empezar a reclamar con fuerza que se recupere la bonificación directa al combustible como punto de supervivencia a la par que se trabaja en otros aspectos preocupantes como la escasez de conductores profesionales, la falta de un relevo generacional claro dentro de la profesión o la cada vez más notable ausencia de una red adecuada y suficiente de aparcamientos seguros para camiones.