Los Estados miembro de la Unión Europea han aprobado la nueva normativa más estricta sobre emisiones de CO2 para vehículos pesados de transporte, todo tras un acuerdo final con el Gobierno de Alemania. Los Eurodiputados germanos habían decidido no dar el visto bueno al texto, arruinando así la mayoría en la votación, por consejo del Ministerio de Transportes del país. Movimiento que ha servido para que Alemania logre su objetivo. Los combustibles sintéticos (efuels) tendrán un espacio en la regulación.
Aunque el Consejo y el Parlamento Europeo contaban inicialmente con el apoyo de Alemania para aprobar el Reglamento de emisiones de vehículos pesados, con el objetivo final de reducir las emisiones de CO2 para 2040 en un 90% respecto a 2019, los Eurodiputados alemanes se desmarcaron del acuerdo si no se incluían los efuels entre las opciones para descarbonizar la actividad. Para lograr el acuerdo, Alemania ha obligado a incluir una cláusula en la que como mínimo se estudie la viabilidad de los combustibles sintéticos para la descarbonización del transporte profesional.
Tras este movimiento, ahora sólo falta que el pleno del Parlamento Europeo apruebe de una vez la normativa, incluida esta cláusula. Un apéndice que, para ser concretos, obliga a la Comisión Europea a presentar un estudio de viabilidad de este tipo de efuels antes de 2027, fecha estipulada para evaluar la eficacia de la normativa en general. Una medida que ha sido aplaudida por la industria automotriz, ya que se considera que los combustibles sintéticos, que sólo liberan el CO2 que previamente se les ha incorporado, son la vía para la descarbonización del transporte de mercancías por carretera.
En cualquier caso, cabe recordar que los camiones y autobuses tendrán que reducir sus emisiones de CO2 en un 90% para 2040 respecto a 2019, y los autobuses urbanos tendrán que alcanzar ese umbral en 2030 y llegar a cero emisiones en 2035. Como paso intermedio, los vehículos pesados de transporte tendrán que reducir las emisiones de CO2 en un 45% antes de 2030 y en un 65% en 2035, para llegar a la citada reducción prevista para 2040. En el texto se incluyen los vehículos profesionales específicos como camiones de basura, volquetes u hormigoneras.