Las protestas de los agricultores franceses han provocado bloqueos en las autopistas y vías de alta capacidad del sur de Francia, afectando en gran medida al transporte internacional de mercancías por carretera con origen en España. Ante esta situación que puede ser crítica para la actividad, las grandes asociaciones de transporte han solicitado al Gobierno que intervenga ante el Ejecutivo francés y ante la Unión Europea para garantizar la libre circulación y también la seguridad de los transportistas españoles en Francia.
ASTIC, ACE, FENADISMER o CETM han sido algunas de las asociaciones que han solicitado de manera formal, por una u otra vía, que el Gobierno tome cartas en el asunto. La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) y la Asociación de Cargadores de España (ACE) han remitido una carta conjunta al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible para pedir la intervención inmediata en esta situación con el fin de preservar la seguridad de los chóferes españoles ante los disturbios y cortes de carretera que la Gendarmería francesa permite sin gran oposición.
Por su parte, FENADISMER también ha instado al ministro de Asuntos Exteriores a intervenir con urgencia para que las movilizaciones previstas para esta semana no afecten a la libre circulación por la red de carreteras francesas de alta capacidad por donde transita la mayor parte de las exportaciones españolas. Mientras tanto, CETM también ha recordado que, de no poner solución a esta situación, más de 20.000 transportistas profesionales españoles se verán atrapados cada jornada entre protestas y bloqueos de carreteras.
En este sentido, cabe recordar que Francia es el principal destino de nuestras exportaciones por carretera -con un 41,51% del total- y que cada día cruzan la frontera más de 10.000 camiones españoles con rumbo al país vecino, a los que hay que sumar los vehículos que regresan hacia España. Por ese motivo, las asociaciones de transporte piden que la estrecha colaboración entre Francia y España sirvan para incitar desde el Gobierno a las autoridades francesas a tomar medidas más eficaces de control y seguridad de las carreteras.