El debate existente en relación a las masas y dimensiones de los vehículos de transporte de mercancías por carretera es una constante. La mayoría de los Estados miembro de la Unión Europea sostienen que el aumento del peso y longitud de los camiones motivará un mayor deterioro en la infraestructura viaria, pero si algo queda claro de la última reunión del Consejo de ministros de Transportes de la Unión Europea es que urge estandarizar pesos y dimensiones para crear un sector uniforme y mejor conectado con el transporte combinado.
Con todo, España tiene muy complicado que el debate sobre las masas y dimensiones en el transporte de mercancías por carretera se pueda cerrar durante su mandato rotatorio de la Unión Europea. De hecho, la última reunión del Consejo de ministros de Transportes ha dejado patente que dar forma a una directiva clara al respecto parece una quimera, ya que la mayoría de los países europeos han mostrado que ampliar las masas y dimensiones supone la sobrecarga y deterioro de las infraestructuras. Además, se considera que se está actuando en este ámbito con demasiada precipitación.
Hasta 17 delegaciones de Estados miembro de la Unión Europeo señalan que la propuesta de calendario para la implementación del cambio de masas y dimensiones es desafortunado y que su aprobación debería realizarse de forma coherente con la directiva de transporte combinado que se llevará a cabo ya en el mandato de Bélgica. Se considera que por el momento hay varios elementos normativos del todo dudosos, sobre todo en lo relativo al transporte intermodal, entre otras cosas porque sólo con la unificación de ambas directivas se conseguirán nuevas sinergias.
Algunos de los ministros de Transporte consideran que la normativa de masas y dimensiones va por buen camino, pero que todavía debe optimizarse y hay que profundizar más en los requisitos de los vehículos. Con todo, si hay un punto en el que gran parte de los ministros de Transportes coinciden es que un aumento de la masa y dimensiones de los camiones ataca de manera frontal a unas infraestructuras que no están preparadas para acoger un cambio radical. Por eso, algunas voces piden adaptar el peso y dimensiones a las infraestructuras y no al revés.