Alemania ha sido el primer país en adoptar un modelo de peajes acorde a la nueva normativa de la Unión Europea, texto que deja atrás la Euroviñeta como la entendíamos para dar paso a un sistema de peajes que tienen en cuenta las emisiones de CO2, tipo de vehículo y la distancia recorrida. La entrada en vigor de este nuevo modelo de peajes en Alemania tendrá lugar el 1 de diciembre, con subidas en su precio en algunos casos superiores al 80%.
Una situación que tiene al transporte de mercancías por carretera alemán en pie de guerra y para muestra la manifestación que han protagonizado más de 300 transportistas con sus camiones en la jornada de hoy en Mainz, a orillas del río Rin. Durante la jornada de protesta estos transportistas han viajado hasta Wiesbaden en marcha lenta por la A60 y la A671 para protestar contra el aumento desmedido del precio de los peajes que ha aprobado el Gobierno alemán.
Se espera que el centro de Wiesbaden permanezca cerrado desde las 12 hasta las 18 horas, ya que los camiones tomarán las calles de la capital del estado federado de Hesse. Los servicios de policía municipal y las autoridades competentes han diseñado una serie de cortes y desvíos al tráfico en la ciudad, si bien es probable que algunos servicios de autobús se cancelen o se retrasen dada la situación de congestión que va a provocar esta protesta de los transportistas profesionales.
La manifestación ha sido convocada por la Asociación Federal de la Logística y el Transporte de Alemania, una de las organizaciones de mayor peso en el sector logístico del país. Al final, este segmento de la actividad se resiste a la introducción de los peajes para camiones que tienen en cuenta el CO2, ya que con esta medida que entrará en vigor el 1 de diciembre, hay que pagar en torno a 200 euros por cada tonelada de CO2 que emite un camión, cifra inasumible para el transporte, que deberá repercutir este gasto en los clientes, lo que al final aumentará el coste de los productos finales.