Un reciente estudio realizado por CargoON y el Centro Español de Logística (CEL) refleja lo que muchos transportistas sufren en sus carnes. Los conductores tienen que esperar más de una hora de media en las operativas de carga y descarga, lo que entre otras cosas significa que la mayoría de las operativas incumplen el tiempo regulado por la Ley de la Cadena de Transporte. Reducir el tiempo de espera de los chóferes por debajo de la hora es clave para conseguir que la cadena de suministros y las propias empresas de transporte puedan ser rentables y eficientes.
Aunque la Ley de la Cadena de Transporte señala que la espera máxima que debe asumir un conductor de camión para que el personal del centro logístico o del receptor de la mercancía cargue o descargue el vehículo es de una hora, en la práctica este tiempo se supera de forma habitual, en muchas veces por bastante tiempo. Lo que se considera como paralización del vehículo es el pan de cada día de los chóferes, tal y como señala este estudio realizado a través de una encuesta a 150 empresas cargadoras y de transporte por carretera.
El 70% de las empresas de transporte señalan que sus conductores esperan más de una hora para la carga y descarga de forma habitual, mientras que por parte de los cargadores sólo lo reconocen el 41% de los mismos. Pese a que esta circunstancia afecta a todos los eslabones de la cadena, desde los cargadores no parecen reconocer en tan alto grado una problemática que disminuye la capacidad operativa y reduce la eficiencia. Los cargadores se defienden ante esta falta de agilidad en el tratamiento de ciertos productos, mientras echan balones fuera.
El 54% de los cargadores señalan que tienen que hacer varias reprogramaciones diarias de las cargas y descargas por los retrasos en la llegada de los camiones por incidencias climáticas o del tráfico. Donde si que hay cierta postura común es en el impacto de la prohibición de carga y descarga por parte de los conductores, aunque está en mejor consideración entre los transportistas que entre los cargadores. Con todo, si hay una solución común para ambas partes de este ‘juego’ esa es la digitalización.