El transporte de mercancías por carretera ha registrado una evolución desigual a lo largo del tercer trimestre de 2023. Mientras que las tarifas de los servicios de transporte bajo contrato han crecido ligeramente, los precios de los servicios de pago al contado han caído. Esta es la principal conclusión que se puede sacar de los datos recogidos en el último índice de referencia europeo para el desarrollo de las tarifas de transporte por carretera que elaboran de manera conjunta Upply, Transport Intelligente (Ti) e IRU.
El citado índice de referencia para el desarrollo de las tarifas del transporte por carretera del tercer trimestre de 2023 señala que las tarifas en contratos de transporte se han situado en 128,1 puntos, lo que supone un aumento de 1,4 puntos respecto al segundo trimestre y de 0,4 puntos menos que hace un año. Esto indica un ligero aumento en las tarifas de transporte asociadas a un contrato. Por el contrario, las tarifas al contado se han situado en 125,4 puntos, lo que es 1,2 puntos menos que en el anterior trimestre y 14,8 puntos menos en términos interanuales.
Dejando a un lado los datos del tercer trimestre, el transporte se enfrenta a meses complejos con el aumento del precio de los peajes en Alemania, ya que se espera que el efecto rebote lleve a aumentos en los peajes en otros países. Un gasto que hay que repercutir en el cliente, si bien no siempre se puede hacer. Esta situación y la escasez de conductores aumentarán los costos de las empresas, mientras que las tarifas de transporte apenas se mantendrán sin cambios o con un ligero repunte estacional para acabar el año. Además, se estabilizarán en 2024.
La presión a corto plazo por el lado de la demanda sobre el transporte por carretera sigue a la baja en todo el continente. Los consumidores que ahora tienen menos ingresos disponibles en términos reales están consumiendo menos bienes, mientras que las empresas están reduciendo su producción ante la caída de la demanda. Esta circunstancia reduce la demanda, libera capacidad y permite que las tarifas bajen más, si bien la tarifas han caído de forma más controlada por la disminución de la inflación. Con todo, la presión inflacionaria sigue siendo un mal compañero de viaje para los costes operativos del transporte.