El efecto del régimen sancionado de la Ley de Morosidad en el transporte parece diluirse en los últimos meses. De hecho, el plazo medio de pago a transportistas por partes de sus clientes se ha quedado estancado por encima de lo que marca la normativa vigente. Mientras que la ley indica un plazo máximo de pago de 60 días si hay acuerdo entre las dos partes, el plazo medio de pago durante el mes de agosto a los transportistas fue de 70 días.
Los datos del Observatorio permanente de la morosidad y los pagos en el sector del transporte por carretera que elabora FENADISMER dejan claro que hay una cierta quietud en cuanto a la evolución de los plazos de pago dentro del sector. Una noticia negativa si se tiene en cuenta que el 58% de las empresas cargadoras, empresas intermediarias o clientes de transportistas incumplieron la legislación sobre morosidad. Incluso si la mayoría de los excesos de plazo fueron leves, es algo a tener en cuenta.
De este 58% de empresas cargadoras e intermediarias que incumplieron los plazos de pago establecidos por la Ley de Morosidad, casi 2 de cada 3 empresas pagaron en un plazo de entre 60 y 90 días. Por el contrario, sólo el 9% de los clientes han pagado en un plazo superior a los 120 días, doblando así el periodo que marca la ley. En este sentido, sí que es cierto que en esta franja de incumplimiento la morosidad ha caído de forma notable, ya que en 2022 estaba por encima del 20%.
El Observatorio permanente de la morosidad y los pagos en el sector del transporte por carretera de FENADISMER señala a su vez que la transferencia es el medio de pago de mayor uso en los servicios de transporte. En concreto, este modo de pago se utiliza en el 68% de los acuerdos. Por su parte, el confirming está presente en el 27% de los pagos en el sector, mientras que el pagaré se ha utilizado para pagar el 5% de los contratos. El cheque sigue siendo una opción residual presente en menos del 1% de las transacciones.