El Govern de Cataluña estima que hay más de 5.000 aspirantes a conductor de camión que no pueden obtener el carnet para conducir este tipo de vehículos por la falta de examinadores que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene en la región. Por este motivo, el Ejecutivo catalán solicita a la DGT que destine más personal para llevar a cabo estos exámenes ya que la entrada en el mercado laboral de estos 5.000 aspirantes a conductor profesional de camión aliviaría la escasez de chóferes profesionales que hay en Cataluña.
Aunque a priori no tiene mucho que ver, la petición del Govern de Cataluña de ampliar la plantilla de examinadores de la DGT se encuentra dentro de una batería de medidas que desde el Ejecutivo regional consideran imprescindibles para mejorar la situación de la AP-7, en la que la intensidad del tráfico no deja de crecer y el número de vehículos pesados que transitan por ella también ha crecido. Un aumento de vehículos que va vinculado al número de accidentes con camión implicado.
En concreto, el volumen de accidentes en los que un vehículo pesado se ha visto implicado ha crecido un 30% en 2022 respecto a 2019, último año con un tráfico normalizado y con los peajes activos. Aunque la siniestralidad para el segmento de los camiones en la AP-7 ha caído en 2023, el Gobierno catalán quiere mantener los controles masivos a camiones en la AP-7 y aumentar los controles de inspección técnica a camiones en carretera.
A su vez, solicita el aumento de las ayudas para la renovación de la flota y la instalación de sistemas de ayudas a la conducción. De forma paralela, quiere que estos 5.000 aspirantes a conductor de camión puedan entrar en el mercado laboral para paliar la escasez de chóferes y reducir la edad media del gremio, así como crear una Aula de Transportes de Mercancías para hacer un seguimiento de todas las medidas propuestas y abordar la problemática del sector.